La frustración, ¿qué es?¿como enfrentarse a ella?

¿Verdad que a veces, en los entrenamientos de los días de antes de la competición pensamos que el ejercicio no nos sale como nos gustaría?. O, cuando al acabar un ejercicio después de la competición, los resultados no son lo que esperábamos,  ¿nos venimos un poco abajo?

Pues bien, por todo ello, nuestra entrada de hoy va dirigida a todos vosotros, quienes en algún momento os habéis sentido así, pues es algo normal. Esto le  ocurre a todos y cada uno de los deportistas. Vamos a intentar explicároslo de la mano de algunos psicólogos deportivos, y a daros nuestros mejores consejos para enfrentar estas situaciones.

En primer lugar, este sentimiento que hemos comentado antes se llama frustración.

Según el Psicólogo Educativo Borja Quicios, la frustración es «un sentimiento que aparece cuando no se logra conseguir lo que se desea». Son situaciones de bloqueo donde somos incapaces de lograr lo que queremos, que provocan en las personas sentimientos de fastidio, ira, ansiedad o tristeza.

Una vez estos sentimientos se hayan apoderado de nosotros, debemos ser capaces de activar nuestra mente para poder combatir contra ellos. Pero, ¿cómo podemos hacerlo?

Pues bien, cuando sepamos que nos encontramos en este momento de frustración, debemos pensar qué cosas hemos hecho mal, o bien los días anteriores. En ese momento, analizar todo e intentar darnos cuenta de cuáles son las causas que nos han llevado a esto. De este modo, podremos focalizar nuestra atención en ellas y poder ponerle solución.

A parte de esto, debemos tener claro que para conseguir el objetivo que nos propongamos, probablemente tengamos que tropezar antes varias veces. Pero, ¿y qué? ¿cuál es el problema?. El problema es que hasta hace no mucho tiempo, los errores se entendían como algo malo, como un aspecto negativo por el que tenían que señalarte. Pero, la realidad en la que vivimos nos ha enseñado, que no pasa nada por EQUIVOCARSE, que es así como más se aprende, pues realmente estos errores nos sirven para darnos cuenta de cuáles son nuestros puntos débiles. De esta manera, podremos trabajarlos, mejorarlos y solucionarlos.

Por lo tanto, no debemos sentirnos mal porque algunas cosas no nos salgan como deseamos, sino que debemos sentirnos orgullosos de nosotros mismos. Hay cientos de cosas  que somos capaces de hacer bien, y lo bueno de las que no, es que somos capaces de identificarlas.

Es importante que todo esto lo apliquéis tanto en el ámbito deportivo (ya sea en competiciones, como entrenamientos, como en cualquier momento) como en otro tipo de ámbitos, educativo (en el colegio, los días antes a un examen, al saber las notas…). Pero además, puede trasladarse también a la relación con los amigos/as, pues todo esto, va a ayudaros a crecer como personas.

Por otro lado, muchos psicólogos deportivos, señalan la importancia de no centrar y enfocar nuestra energía en el resultado, y sí en el proceso para llegar a él. Cuando todas nuestras acciones, y esfuerzos se resumen en ganar, o en alcanzar una posición o resultado, la frustración causada por el “fracaso” siempre será mayor. No debemos dejar que un resultado inferior al que buscábamos nos quite el mérito de las pequeñas batallas vencidas en el día a día.

El resultado no siempre va a depender de nosotros, pues existen muchos factores que pueden afectar al resultado el día de la competición. Estas situaciones imprevistas (lesiones, que se rompa el aparato, ponernos enfermos… ) son un riesgo que debemos correr. Todo esto siempre va a estar fuera de nuestro control, y puede alejarnos del resultado que esperábamos, pero no por ello las metas alcanzadas día a día en cada jornada, dejan de tener importancia. Todos estos objetivos cumplidos día a día, son una victoria.

En resumen: «no podemos frustrarnos por no alcanzar el resultado esperado». Queremos que tengáis una frase siempre en vuestra mente, cuando estos sentimientos de malestar se apoderen de vosotros:

“Se aprende más de los errores que de los aciertos”.

Pues un error, o un resultado no esperado, no es un fracaso, ya que las victorias se construyen día a día.

Esperamos que os haya gustado la publicación y que os sirva para llevarla a cabo en vuestras experiencias.

Además, debemos tener claro que para conseguir el objetivo que nos propongamos, probablemente tengamos que tropezar antes varias veces, pero ¿y qué pasa? ¿cuál es el problema? El problema es que hasta hace no mucho tiempo, los errores se entendían como algo malo, como un aspecto negativo por el que tenían que señalarte y tenías que recordar para siempre lo que habías hecho mal. Pero, la realidad en la que vivimos nos ha enseñado, que no pasa nada por EQUIVOCARSE, que es de donde más se aprende, que nos sirve para darnos cuenta de cuáles son nuestros puntos débiles y puede ayudarnos a trabajarlos, mejorarlos y solucionarlos.

Que no debemos sentirnos mal porque algunas cosas no nos salgan como deseamos, debemos sentirnos orgullosos de nosotros mismos por la cantidad de cosas que somos capaces de hacer bien, y por además, ser capaces de identificar cuales son las cosas que hacemos no tan bien para poder solucionarlas.

Es importante que todo esto lo apliquéis tanto en el ámbito deportivo (ya sea en competiciones, como entrenamientos, como en cualquier momento) como en otro tipo de ámbitos, educativo (en el colegio, los días antes a un examen, al saber las notas…), con los amigos/as, pues todo esto, va a ayudaros a crecer como personas.

Por otro lado, muchos psicólogos deportivos, señalan la importancia de no centrar y enfocar nuestra energía en el resultado, y sí en el proceso para llegar a él. Cuando todas nuestras acciones, y esfuerzos se resumen en ganar, o en alcanzar una posición o resultado, la frustración causada por el “fracaso” siempre será mayor. No debemos dejar que un resultado inferior al que buscábamos nos quite el mérito de las pequeñas batallas vencidas en el día a día.

El resultado no siempre va a depender de nosotros, existen muchos factores que pueden afectar al resultado el día de la competición, situaciones imprevistas, lesiones, que se rompa el aparato, ponernos enfermos… entre muchas otras. Todo esto siempre va a estar fuera de nuestro control, y puede alejarnos del resultado que esperábamos, no por ello las horas de entrenamiento y las metas alcanzadas día a día en cada jornada, dejan de tener importancia y ser a su vez una victoria.

En resumen, no podemos frustrarnos por no alcanzar el resultado esperado. Queremos que tengáis una frase siempre en vuestra mente, cuando estos sentimientos de malestar se apoderen de vosotros: “Se aprende más de los errores que de los aciertos” pues un error, o un resultado no esperado, no son un fracaso, ya que las victorias se construyen día a día.

Esperamos que os haya gustado la publicación y que os sirva para llevarla a cabo en vuestras experiencias.